
Así he apodado a este bizcocho de coco y plátano. No es que tenga nada en contra de los nombres tradicionales, aquellos con los que verdaderamente identificas el plato que te estás comiendo, pero, haciendo honor a mi imaginación, vamos a echarle algo de gracia al asunto. Vamos a convertir una masa de harina y huevos en una delicatessen de la alta repostería, aunque solo sea en nuestra mente.
Para que no os quedéis con la duda es un bizcochuelo aromatizado con plátanos maduros, coco rallado y batida de coco. Todo ello adornado para la ocasión con chocolate de cobertura y almendra cruda en cubos. Una delicia para los paladares más latinos. La idea la he sacado de Gastronomia y Cia, una web con ideas y recetas convertidas en verdadero arte culinario.