Antes de empezar esta entrada mi marido me ha obligado a pedir una disculpa. Sí, tiene razón... no hay excusa para haber tardado más de 7 meses en subir esta tarta al blog. Bueno, sí que podría exponer todas las excusas posibles pero creo que no me van a valer para salvarme el pellejo esta vez... así que...¡¡lo siento!!
Y esta disculpa va sobretodo dirigida a la chica que me pidió la tarta, que ya me lo había dicho varias veces y nada. Suerte que es un sol y supongo que me perdonará, ¿verdad Sonia? A pesar de no conocerla demasiado, por lo poco que pudimos hablar antes de empezar esta aventura de la tarta, llegué a la conclusión de que es una chica encantadora y que tenemos muchas cosas en común. Para empezar, compartimos la ilusión por un blog (cada una tenemos el suyo propio) y hace unas maravillas de fieltro "pa caerse"... se nota que tiene mucha 'mano'. Y sino, juzgad por vosotros mismos visitándola en Las manitas de Sonia.
Ahora sí os cuento un poco la historia de esta tarta sin tratar de aburriros demasiado. Sonia me la pidió y lo cierto es que en un principio la ilusión que me hizo fue espectacular. Era algo diferente, grande, con modelado... para una regalito de boda... ¿cómo no me iba a hacer ilusión? Pero he de decir con total sinceridad que mi ilusión se fue enturbiando un poquito a medida que veía que el número de muñecos a modelar iba aumentando... ¡¡¡buff!!! Lo pasé francamente mal.
Bueno, finalmente, con mucho atraso, conseguí acabar la tarta y tocaba llevarla al restaurante. Tuve la suerte de que mi hermana me acompañara porque sinó no sé qué hubiera sido de mí. Aún con GPS nos perdimos y llegamos super justo al restaurante (previas complicaciones que no expondré por no asustar). Total... que no nos pillaron por los pelos porque cuando salí del restaurante dejando ir un gran suspiro me topé con el novio y los padres... ¡¡tierra trágame!! Corrí directa hasta el coche y le dije a mi hermana: ¡¡¡¡¡¡¡Arranca yaaaaaaa!!!!!!!!!!
¿Creéis que mereció la pena tantas horas de sufrimiento?
De lo que se trataba era de exponer un poquito en la tarta las aficiones de los novios: él los coches deportivos y ella el baloncesto. Y luego todo el público admirándolos... que precisamente eran todos los primos.
Os pongo unas cuantas fotitos (espero no hacerme muy pesada) del paso a paso de la tarta.
¿Y los muñecos modelados? Pues Sonia me hizo el favor de enviarme todas y cada una de las fotos de los primos para que pudiera caracterizar un poquito cada uno de los muñecos.
El resultado final de tanto modelado.
Yo creo que les gustó, ¿no? (Me refiero a los novios, no al señor que hay detrás... je je je)
Espero que os haya gustado.