miércoles, 27 de mayo de 2009

PRINCESA VERA




¿Qué mejor regalo hay para una niña? Una muñeca (a no ser que sea de las que le van los cochecitos) ¿Y si encima tienes muñeca y dulce todo en uno? ¡¡Mucho mejor!! Pues aprovechando esta oferta 2x1, aquí presento un regalito dedicado a mi sobrina Vera, de la cual hace honor el nombre de la tarta.


De nuevo, repitiendo sabores, se trata de un brownie de chocolate blanco relleno de "crema fresisuís"

martes, 26 de mayo de 2009

MALETA CON DESTINO BULGARIA



Esta tarta en forma de maletita tiene sabor a "dulce despedida". Un regalo a una amiga que se marchó de nuevo a su país y que no quise que se fuera con las manos vacías. Y puesto que en el aeropuerto no te dejan pasar líquidos (así que imposible regalarle un 'Torres 5') nada mejor que una maleta. Espero no se la hicieran facturar...


Tras esa maleta, más que camisas y calcetines, se esconde un brownie de chocolate blanco relleno de lo que yo llamo "crema frigopié" ... lo que empieza a derivar en "crema fresisuís".

sábado, 23 de mayo de 2009

MIS ABEJITAS



Esta tarta me hizo especial ilusión, pues fue el primer intento "no fallido" de este tipo de tartas. Aunque el resultado y acabado no fue perfecto ni de lejos, la ilusión seguía allí y no pude evitar que me saltaran las lágrimas tras acabarla.


La composición de la misma es de varias capas de bizcocho genovés de sabores distintos (básico, fresa y blue tropic). Va relleno de crema mascarpone al pistacho con frutas deshidratadas. Para mi gusto, un relleno excelente.

miércoles, 20 de mayo de 2009

GALLETAS AVENA


¿Galletas? Mmm.... y si encima son decoradas mucho mejor. Hice una tirada tan grande de galletas que parecía que no se iban a acabar nunca. El resultado de aquello fue que tuve las suficientes como para regalar a las personas más especiales para mí.

No me preguntéis cómo pero conseguí dar con una rica receta de galletas de avena de una franquicia americana. Mmmm...

viernes, 15 de mayo de 2009

PETIT FOURS MULTICOLORES


¿A quién le amarga un dulce? A veces no nos atrevemos con una tarta después de una buena comilona pero... ¿y un pequeño capricho? ¡¡Me lo pido!!

Son pequeños pastelillos, unos de cacao y otros de fresa, recubiertos de chocolate negro y blanco.

lunes, 4 de mayo de 2009

¿Y POR QUÉ?



¡¡¡Por fin he logrado acordarme de la chispa que encendió mi pasión por la repostería!!!!

¿Cómo no había caído antes?

El hecho de crecer entre una familia que se pasa todo el año haciendo los más ricos dulces caseros típicos de la época hicieron mucha mella en mí, pues me encantaba meterme en la cocina y que me dejaran toquetear, aunque más de una vez había tenido que salir huyendo: "¡¡Niñaaa, no toques!!", "¡¡Niña, no te arrimes, a ver si se te va a caer un pelo!!", "¡¡Niña, no te acerques que te vas a manchar la ropa!!". Y salía de la cocina refunfuñando, pero no tardaba en volver a acercarme de nuevo. No sé si era por ser tan pesada e insistente, que al final lograba que me dieran un trocito pequeño de aquella rica masa para que jugara (que, por cierto, no solía hacer mucha gracia a mi abuela, pues decía que eso era malgastar, que en su época ... tal y tal...). Más contenta que nadie iba yo por la casa con mi masita, haciendo churritos, palmeritas, rollitos... hasta que, no sé cómo ni de qué manera, aquel pedacito de dulce en crudo se tornaba oscuro y quebradizo... era hora de tirarlo y esperar a la siguiente quedada de madres, tías y abuelas. No se me olvida que pasé muchos años diciendo que de mayor iba a ser panadera, para poderme pasar el día amasando y oliendo a pan recién salido del horno. ¡Qué lástima haber olvidado aquel sueño para dedicarme a cosas mucho menos artesanales!

De todos modos, nunca olvidaré el gran impacto que causó en mí las imágenes de una película. Acostumbrada estaba a que un pastel era sinónimo de bizcocho con azucarillo o chocolate por encima, o al típico brazo de gitano ... Pero la imaginación echó a volar la tarde que vi la película de "Hook", una versión de Peter Pan, bastante más modernizada y divertida. En una escena aparece una mesa lista para una cena, repleta de ricos platos y pasteles coloridos.... ¡qué pinta tan rica! ¿Cómo podían existir aquellas tartas? ¿Acaso había algo más allá de la nata, la crema o la trufa? ¡¡¡Inocente de mí!!! Me convencí pensando que aquello era pintura plástica, no más que puro atrezzo en una película ...


Aquí os dejo la prueba (solo es la última parte, la primera no vale la pena).











Han pasado ya bastantes años desde aquella vez y, gracias a las nuevas tecnologías, me dí de bruces en internet con una web francesa dedicada a la repostería. Una sonrisa de oreja a oreja apareció de nuevo en mi cara: TARTAS DE COLORES. No lo dudé ni un segundo, tenía que averiguar como fuera de qué estaban hechas aquellas tartas, no quería volver a dejar escapar aquella ilusión que siempre tuve dentro.

Y este es el motivo de este blog: compartir esa misma ilusión.

Sé que no he llegado aquí por mí misma y es por eso que quiero agradecer profundamente todo el apoyo, cariño y confianza que he recibido de mis sisters, mis brothers, mis maestras y compañeras reposteras y, especialmente, a mi marido, que es el que me inspira, me ayuda y me aguanta. GRACIAS