WII CAKE... O SEA, TARTA DE UNA WII

Creo que ésta es una de las tartas que más me gusta. Quizás por el parecido que adquirió una vez terminado el trabajo. Y menos mal, porque mira que me dió quebraderos de cabeza. Aparentemente es muy sencillita pero lo mío me costó conseguir que se mantuviera derecha a esa altura, con la poquita base que tenía. Pero lo conseguí, aún no me lo creo, pero sí.... Aunque en la fotografía no se aprecia, la torre de la consola tiene una altura de un palmo y medio aproximadamente y unos tres dedos de ancho.

Lo que asoma por ahí arriba de color verde representa que es una especie de iguana, la mascota de los homenajeados. ¿Dónde quedó aquello de comprarse un hamster?

La tarta en sí fue un regalo que me pidieron para una parejita joven que se casa este año. Y claro, ésto no es como en el tiempo de nuestras madres, que cuando una se casaba, lo que se llevaba era el ajuar con trescientos juegos de toallas bordados, veinte mantelerías con sus 24 servilletas a juego y 50 sábanas de algodón del bueno. Ahora lo primero que se regala para que nunca falte en el nuevo hogar es la Nespresso, la Wii y una televisión extraplana de tropicientas pulgadas con TDT, DVD, MP3, TXT, ABC, FGH, IJK, RSP... je je je

Tanto la torre de la consola como los mandos fueron una combinación de brownies de chocolate negro y blanco con crema frigopié (igual que la tarta de la peluquería... que para eso son familia... je je je)