Hay un dicho por ahí que dice "Quien mucho abarca, poco aprieta"... y supongo que la mayoría de veces es verdad pero para mí es que me es imposible no "abarcar". Me explico: creo que desde siempre, desde pequeña, desde que me dejaban usar barro en el parvulario he sido amante de las manualidades en todas sus versiones. Todo lo que implique creatividad y el libre uso de mis manos me encanta: la repostería, el dibujo (carboncillo, óleo, ceras, dacs...), la escritura, la confección en tela, el modelado en barro, porcelana, arcillas..., el scrap, fieltro, joyería... y así un sinfín de cosas. Así que, puesto que me gusta, cuando tengo oportunidad de hacer algo... allá que me voy.
Y la ocasión surgió. Una chica me vino recomendada a través de mi hermana para nada más y nada menos que confeccionarle unos complementos para su traje de novia. Tuve que tragar saliva y respirar profundamente... ¡¡menuda responsabilidad!! Aunque el pedido en cuestión me tuvo en vilo muchas noches y me trajo más de un dolor de cabeza, he de decir que me satisfizo el resultado.


Me trajo un trozo de tela del vestido y de ahí hubo que hacer un "cortar y pegar" tantas veces como fue necesario para acabar convirtiéndolo en una gargantilla que le quedó super elegante. Aproveché las piedras descosidas e hice unas agujas de corbata y unas pinzas para el recogido.Bueno, y ya de paso que andábamos metidos en el "fregao"... pues también me pidió una tarta para el día anterior a la boda oficial. Se trataba de plasmar un poco el lugar donde se prometieron: el lago Ness, en Escocia... con "lagartijo" incluido.