lunes, 4 de mayo de 2009

¿Y POR QUÉ?



¡¡¡Por fin he logrado acordarme de la chispa que encendió mi pasión por la repostería!!!!

¿Cómo no había caído antes?

El hecho de crecer entre una familia que se pasa todo el año haciendo los más ricos dulces caseros típicos de la época hicieron mucha mella en mí, pues me encantaba meterme en la cocina y que me dejaran toquetear, aunque más de una vez había tenido que salir huyendo: "¡¡Niñaaa, no toques!!", "¡¡Niña, no te arrimes, a ver si se te va a caer un pelo!!", "¡¡Niña, no te acerques que te vas a manchar la ropa!!". Y salía de la cocina refunfuñando, pero no tardaba en volver a acercarme de nuevo. No sé si era por ser tan pesada e insistente, que al final lograba que me dieran un trocito pequeño de aquella rica masa para que jugara (que, por cierto, no solía hacer mucha gracia a mi abuela, pues decía que eso era malgastar, que en su época ... tal y tal...). Más contenta que nadie iba yo por la casa con mi masita, haciendo churritos, palmeritas, rollitos... hasta que, no sé cómo ni de qué manera, aquel pedacito de dulce en crudo se tornaba oscuro y quebradizo... era hora de tirarlo y esperar a la siguiente quedada de madres, tías y abuelas. No se me olvida que pasé muchos años diciendo que de mayor iba a ser panadera, para poderme pasar el día amasando y oliendo a pan recién salido del horno. ¡Qué lástima haber olvidado aquel sueño para dedicarme a cosas mucho menos artesanales!

De todos modos, nunca olvidaré el gran impacto que causó en mí las imágenes de una película. Acostumbrada estaba a que un pastel era sinónimo de bizcocho con azucarillo o chocolate por encima, o al típico brazo de gitano ... Pero la imaginación echó a volar la tarde que vi la película de "Hook", una versión de Peter Pan, bastante más modernizada y divertida. En una escena aparece una mesa lista para una cena, repleta de ricos platos y pasteles coloridos.... ¡qué pinta tan rica! ¿Cómo podían existir aquellas tartas? ¿Acaso había algo más allá de la nata, la crema o la trufa? ¡¡¡Inocente de mí!!! Me convencí pensando que aquello era pintura plástica, no más que puro atrezzo en una película ...


Aquí os dejo la prueba (solo es la última parte, la primera no vale la pena).











Han pasado ya bastantes años desde aquella vez y, gracias a las nuevas tecnologías, me dí de bruces en internet con una web francesa dedicada a la repostería. Una sonrisa de oreja a oreja apareció de nuevo en mi cara: TARTAS DE COLORES. No lo dudé ni un segundo, tenía que averiguar como fuera de qué estaban hechas aquellas tartas, no quería volver a dejar escapar aquella ilusión que siempre tuve dentro.

Y este es el motivo de este blog: compartir esa misma ilusión.

Sé que no he llegado aquí por mí misma y es por eso que quiero agradecer profundamente todo el apoyo, cariño y confianza que he recibido de mis sisters, mis brothers, mis maestras y compañeras reposteras y, especialmente, a mi marido, que es el que me inspira, me ayuda y me aguanta. GRACIAS


7 comentarios:

Anónimo dijo...

ES RARO LO QUE PUEDE IMPACTAR UNA PELICULA EN NUESTRA NIÑEZ.
A TI TE HA DADO POR LOS PASTELES, PERO A MI ESA PELICULA ME DIJO QUE NUNCA OLVIDARA LA NIÑA QUE LLEVAS DENTRO Y POR DESGRACIA.... UNA SE HACE MAYOR Y TE OLVIDAS...., Y CON LOS AÑOS TE DAS CUENTA QUE SI NO HACES, EN LA MEDIDA DE TUS CIRCUNSTANCIAS, LO QUE UNO SUEÑA, SIEMPRE TE SIENTES FRUSTRADO......
ME HAS HECHO REBOBINAR EN MI INTERIOR..... ¡¡¡¡CURIOSO LA MENTE HUMANA!!!!!

Rosel dijo...

guapis que sorpresa!!! no sabia que tenias un blog ; ) pues ahora sere una de tus fanaticas, que tu haces unas obras de artes.. Un besito y mucho exito...

el postre es cosa mía dijo...

Tú siempre tan filosófica, doña "anónima"!! Pero tienes toda la razón: cuando eres pequeño deseas ser mayor y cuando lo haces, acabas perdiendo toda la esencia de lo que realmente querías cuando niño, de tus deseos más internos. La pena es que por mucho que nos damos cuenta, rara vez cambiamos de rumbo...¿por qué?

el postre es cosa mía dijo...

Rosel, me alegra verte por aquí. Poquito a poco he ido subiendo algunas fotitos de las tartas que he hecho, aunque nada que envidiarle a las tuyas, eh? Yo también te deseo que te vaya bien... aunque de eso estoy segura. Y espero que tu nueva andanza en los cursos te vaya genial.

Anónimo dijo...

¡¡¡Bueno yo me he quedado sin palabras con tus obras de arte,espero que te vaya muy bien porque de verdad son preciosas,quien me lo iba a decir a mí de aquella niña tan timida y calladita que le gustaban tanto los dulces, lo que no sabia era que te lo tomaras tan en serio aunque e visto algunas, cuando veo otras me quedo más sorprendida,ERES UNA ARTISTA

el postre es cosa mía dijo...

¡Qué razón tienes en eso de que me gustaban los dulces... era vicio puro! La culpa la tiene el olorcito que salía de las panaderías artesanas... ja ja ja... Precisamente por esa misma razón he vuelto a mi sueño de niña, aunque de momento solo se queda en hobby... veremos lo que pasa...

Anónimo dijo...

Sorprendida, maravillada! Un trabajo hecho con cariño, ¿Que más se puede pedir?
Enhorabuena.

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